sábado, 25 de agosto de 2012

¿Cómo nació la Ciencia?

Tal vez recordemos, cuando éramos más pequeños de cuatro o cinco años de edad, que siempre preguntábamos a mamá, papá, abuelitos o tíos, el por qué de las cosas, ¿por qué el cielo es azul? ¿Por qué se forma el arco iris? ¿Por qué un bote no se hunde? ¿Cómo se forman las nubes?
Las personas razonamos y queremos entender el mundo que nos rodea, por eso desde pequeños nos hacemos preguntas acerca de lo que percibimos con nuestros sentidos. Necesitamos encontrar una respuesta sobre quiénes somos y por qué vivimos.
Desde la antigüedad, los seres humanos buscaron explicación a los fenómenos de la naturaleza; en un principio creían que eran obra de seres sobrenaturales a los que llamaron dioses.
En sociedades y en tiempos tan distintos como los vikingos, los viejos pobladores de Noruega y los aztecas de Mesoamérica, creían que la lluvia era provocada por la ira de los dioses, Tor para los noruegos y Tlaloc para los aztecas. Para explicar los fenómenos de la naturaleza se inventaron leyendas.
En el presente, sabemos que la lluvia es provocada por la condensación del agua que se evapora del mar, lagos y ríos y que sigue un ciclo continuo.
Fue en Grecia, seiscientos años antes de Cristo, que evolucionó el pensamiento; desde la creencia en leyendas, el hombre comenzó a explicarse el mundo con base en la experiencia y la razón.
Los primeros pensadores o filósofos buscaban explicaciones naturales a los procesos de la naturaleza. Uno de ellos, Demócrito, quien vivió en el siglo IV antes de Cristo, se preguntó cómo estaban formados los organismos y fue el primero en suponer que todas las cosas y los seres estaban formados por piececitas pequeñas e indivisibles (como si fueran las piezas de un lego) a las que llamó átomos. Tenían que ser eternos, pues nada puede surgir de la nada.
Cuando un cuerpo, un árbol o un animal, muere y se desintegra, los átomos se dispersan en el suelo y se vuelven a utilizar en el crecimiento de una nueva planta o en la alimentación de otro animal.
En el siglo XX, los científicos descubrieron que los átomos pueden dividirse en partículas elementales: protones, neutrones y electrones. Fue hasta en los siglos XVI y XVII que se desarrolló la ciencia como la entendemos en nuestros días, con la contribución de muchos sabios, Copérnico, Galileo, Descartes y otros muy famosos.

Para hacer ciencia se requiere seguir un método: una forma ordenada y sistemática de observar los fenómenos de la naturaleza:
  • Elaborar una teoría, buscar fórmulas matemáticas que expliquen los fenómenos que pueden medirse.
  • Probar la teoría con experimentos.
  • Comparar los resultados con los de otros investigadores.
  • Recopilar toda la información que precedió al estudio del fenómeno que nos interesa.
Este ha sido el camino de las personas que hacen ciencia en nuestros días... ¿Le gustaría ser científico?

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